Durante el recorrido histórico y de conocimiento en los libros leídos en clase como “Análisis del sistema-mundo” y “La Hybris del Punto Cero”, me conlleva a crear un análisis respecto a la ciencia y cultura dentro de la estética que se muestra en el cine, en aquello que comúnmente la gente llama “la pantalla grande”. Me refiero al cine en general, en donde los protagonistas previamente maquillados ante su actuación ya forman un patrón estético tan seguidos como los grandes artistas musicales.
Todo lo que viene desde Hollywood sin duda es imitable desde varios aspectos. Hay un universalismo que se busca expandir en el sistema mundo, es ese patrón estético que quiero mostrar. Los grandes estudios de cine como Warner, Universal Studios, Disney, Dream Works, entre otros, no caben duda que más que una expresión artística del cine es un negocio. Películas realizadas con el fin de recaudar millones de dólares.

La ciencia moderna niega los procesos locales como lo natural de la vida cotidiana, es por ello que surgen los documentales cinematográficos o el mismo cine independiente, tratando de mostrar ese otro lado desconocido por las personas, la vida misma. A pesar de que los documentales no recaudan grandes cantidades de dinero como las películas comerciales, con el tiempo se han creado festivales de cine (sobre todo en Europa), que premian estos esfuerzos, pero no son tan relevantes o conocidos como los famosos premios Oscar, donde los actores, actrices y directores se lucen en la alfombra roja. Los ganadores de documentales o cine independiente generalmente se les entregan su reconocimiento en los comerciales, se supone que a nadie le interesa, sino ver cuál es la película del año o mejor actor o actriz.
Retomando el tema de la estética, a nadie le gusta ver una actriz fea, pasada de peso, a menos que sea un género dramático donde su fuerte sea crear un impacto visual en el espectador y jugar con sus emociones. Pero no nos hagamos lío, el patrón estético en el cine siempre ha sido una mujer de buenas proporciones simétricas, lindo rostro, carisma, porque para ser realistas eso es lo que vende. Existe un libro llamado “Los otros” de Armando Bartra, donde se muestra un lado de la estética de hace muchos años atrás como por ejemplos los famosos personajes del circo Freak, en donde la gente tenía cierta curiosidad de ver a otros seres, no considerados como personas normales, y los apreciaban como simples rarezas por sus deformidades físicas o retrasos mentales. “Encarnan la extrañeza asociada con el origen étnico”[1]. Personalmente como mestiza (designación que aún no me convence porque no me gusta clasificarme), somos parte de la creación de esas diferencias. Dentro del propio Ecuador hasta se ve mal a un indígena y se le trata como inferior, porque no está acorde a nuestro patrón estético que a su vez es imitado por la cultura occidental.
“Todos somos alguna clase de fenómeno”[2] que nos caracteriza como únicos y diferentes al resto de personas, lo cual no quiere decir que seamos raros, simplemente es parte de nuestra naturaleza identificarnos con otro tipo de cosas.

Por otro lado Pierre Bordieu en su libro “Intelectuales, Política y poder” nos da un panorama de apreciación y concepción del arte visto desde la parte elitista y con ejemplos se va adentrando a esquematizarnos todo el proceso que sucede para que una obra sea vista como el resto quiere que se vea y tiene gran relación con el libro “La Hybris del Punto Cero”.
Bordieu plantea que los artistas e intelectuales forman parte de las clases dominantes[3] porque tienen ese poder único por su intelectualidad y de algún modo explícito o implícito de dominar o ejercer una influencia sobre otros.
“La obra de arte corre el riesgo de dejarse imponer, al menos en sus lagunas, la representación “dominante” de la “creación artística””.- Se basa en la irreductibilidad de la creación y se trata de llegar a una autonomía de todas las cuestiones estéticas[4].
Otro texto interesante a resaltar es “Apetitos extremos: La colonialidad del ver y las imágenes-archivo sobre el Canibalismo de Indias”[5], aquí se ejemplifica claramente que la colonialidad del ver pasó en Latinoamérica con la llegada de los colonizadores y que formaron sus propias imágenes-archivo basadas en las percepciones, la mayoría lejanas de la verdad.
“Los apetitos de los que trata este texto constituyen por lo tanto la matriz de colonialidad de la economía visual trasatlántica transmoderna”[6]. – Lo visual tiene mucho impacto en la actualidad, así crean un registro visual de todas las personas y de todo lo que vivimos.

El cine desde sus más grandes productoras (sobre todo Hollywood) sigue imponiendo aquella estructura en el que incluso el cine surgido en Latinoamérica o Europa adopta estos patrones estéticos y por lo que a mi opinión respecta, seguiremos viendo chicas bonitas con cuerpos esculturales, hombres con rasgos finos y cuerpo musculoso; cualquiera de ellos viviendo en grandes casas y en caso de desastre natural o de ataque extraterrestre nos/se salvarán los gringos.
[1] Los otros – Armando Bartra, pág. 20
[2] Los otros – Armando Bartra, pág. 23
[3] Intelectuales, política y poder. Pág. 16
[4] Intelectuales, política y poder – Pierre Bordieau. Pág 33.
[5] Tesis del libro “Apetitos extremos: La colonialidad del ver y las imágenes-archivo sobre el Canibalismo de Indias”: Análisis de Juan Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de Las Casas. Éste último escribió una versión reeditada, sintética y auto-contenida de la historia sumaria de la destrucción de las Indias que este fraile dominico había comenzado a escribir hacia 1539. En ella, se desprestigia totalmente al indígena nativo y los tachan de caníbales, salvajes, entre otros; que poco a poco se iban metiendo en el imaginario de las otras personas y lo tomaron como verdad aunque no fuese cierto.
[6] “Apetitos extremos: La colonialidad del ver y las imágenes-archivo sobre el Canibalismo de Indias”. Pág 26.
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Fuente:
Elizabeth Taylor: http://goo.gl/gcl4E
Marlon Brando: http://goo.gl/k9rhF
Marilyn Monroe: http://goo.gl/LAL9p
Bibliografía
Castro Gómez, Santiago. “La Hybris del Punto Cero. Ciencia, raza e ilustración en la Nueva Granada (1750-1816)”. 1a ed. — Bogotá: Editorial Pontificia. Universidad Javeriana, 2005.
Wallerstein, Immanuel. “Análisis del sistema-mundo”. Siglo Veintiuno Editores, 1984.
Bartra, Armando “Los otros”.
Bordieu, Pierre. “Intelectuales, política y poder”. Editorial Eudeba, 2010.
Barriendos, Joaquín. “Apetitos extremos: La colonialidad del ver y las imágenes-archivo sobre el canibalismo de Indias”. Santander, 2008.
Veo que existe un sesgo muy marcado por criticar a la sociedad estadounidense, la verdad respeto mucho vuestra visión; no obstante, debemos entender que en sí misma esta sociedad no es un gran todo sino un cúmulo de pequeños países reunidos con sus diferencias en un mismo territorio. Antes de denostar al cine y a la sociedad de ese territorio me parecería mucho más conveniente que entendamos las muchas diferencias que tiene cada uno de sus habitantes, por otro lado veo muy válida vuestra crítica pues demuestra que existe un interés en el intercambio de ideas que muchas veces se ve deslumbrada por la sencilla razón que no existen lugares donde se puede generar debates discusiones con niveles de respeto que permitan disidir sin llegar a incomodar al disidente.
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Felicidades amiga linda!!! muy buen ensayo, me gustó mucho. Un abrazo.
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