Llega un momento de la vida en que la monotonía nos tiene con el agua al cuello y que si nos seguimos atando a ella nos ahogará en cualquier momento.
Somos dueños de nuestras propias decisiones, es verdad, pero quizás tu seas como yo, que se lo piensa demasiado (los dos hemisferios de mi cerebro jamás se ponen de acuerdo), pero puedo aconsejarte algo. Cuando te decidas, estás listo para hacerlo. ¿Pero, hacer qué? Pues eso o aquello que lo estabas pensando demasiado. Lo importante no es dejar de perseguir lo que quieres. Hay cosas que llevan más tiempo que otras, pero siempre hay que empujar para que las cosas sucedan.
En mi caso, un buen viaje siempre reconforta el alma y llena nuestro espíritu. El hecho de conocer nuevos lugares o personas desde otra perspectiva, es un punto importante en cualquier momento de la vida.
No importa sí sales dentro de tu misma ciudad o sus alrededores, abre tus ojos a una nueva perspectiva. Haz algo diferente. No es lo mismo pasar por un lugar mil veces cuando vas camino al trabajo o a la universidad, que estar allí y sentirte parte del lugar. Pero eso si, mientras estés más lejos de lo que ya conoces, más podrás encontrarte a ti mismo, porque sabes que eres el único que se necesita para sobrevivir.
Lo bonito de salir, es que tienes la oportunidad de captar y guardar todo lo que conociste u observaste. A veces es sólo el espacio y el momento preciso. Eres tú y todo lo que te rodea. Tu experiencia nadie te lo quita. La memoria guarda las historias. Aquellas que puedes contar o aquellas que conservarás sólo en tu mente.
Estas son algunas de las fotografías que suelo tomar en cualquier salida planeada o no planeada. Sólo disfruto y cuando menos te das cuentas has pasado caminando más de cinco horas.
Yo suelo desconectarme del mundo escuchando bandas sonoras instrumentales de películas o series. Te preguntarás ¿qué es eso? Pues es la musiquita de fondo que le pone en ambiente a cualquier material audiovisual. Entonces, imagínate escuchar tu música instrumental favorita mientras caminas por la calle. Todo se transforma. Ahora tu eres el protagonista.
Por un momento eres un Gatsby, en otras, un vaquero o un montañista. ¿Quién detiene a la imaginación? Sólo tú. Sal de tu sitio y aprovecha lo que tienes alrededor tuyo. Porque es tuyo.
Hola, el texto de tu blog esta super inspirador, de ahora en adelante hare lo que tu, agarrare mi camara y a recorrer por el momento nuestro pais, que es lo mas bello que tenemos, una inquietud los dos ultimos lugares de tus fotos, donde quedan son super hermosas y me gustaria visitar.. Gracias
Ana Robles Rodriguez
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Hola Ana 🙂 Bienvenida a mi blog. Si es genial salir de viaje. Es buen elixir para el alma. Las ultimas fotos son de una hacienda llamada Rumiloma. Como a 40 minutos de Quito. Es hotel y restaurante. Muy lindo.
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