Cuando algo te gusta y no lo tienes cerca, invéntalo.
¿Cómo describir la sensación de una estación climática que nunca lo has percibido? ¿cómo inventar los colores y el sonido al crujir las hojas bajo los pies?
Ecuador no tiene estaciones climáticas definidas como algunos países, salvo los mal llamados: verano e invierno. Aunque en realidad se refiere a la estación seca y húmeda. Época de viento y sol o la época lluviosa. En Quito al menos es así. Pero su clima es tan inestable que tienes que llevar puesto o ropa aparte para cualquiera de esas dos “estaciones”.
En otras ciudades esta es la época donde las hojas de los árboles se ponen de color amarillo, anaranjado y café, como pequeñas aves fénix que danzan con el viento hasta tocar el suelo, están listas para morir y renacer. Son las únicas hojas donde no se puede escribir, pero sus nervios asimétricos guardan la historia de su vida. Al caer son tan pesadas y frágiles, todas las hojas reunidas corean el crujir de las pisadas de sus visitantes. Ahora no son más que fragmentos dispersos. Es así como imagino el otoño.
A continuación verán algunas fotos de un verdadero otoño en Hokkaido, Japón. Gracias a mi novio por las fotos, aunque me dijo que no era necesario que lo reconozca, pero lo merece. Tú sabes quién eres, chico zombie.




¿En Quito hay otoño?
Realmente no existe y por la misma razón lo inventé. Obviamente no llegará al nivel de un otoño real, sin embargo me permití la experiencia de poder crearlo y ver más allá de lo que normalmente se ve. A veces solo hay que alzar la mirada y apreciar mejor lo que tenemos al alcance. Me gusta el otoño y aquí está lo que mis ojos entendieron al buscar esa estación.





Y a ti, ¿te gusta el otoño?