
Esa era la locura más grande que había hecho en mi vida, pero no estaba para nada arrepentida, me sentía grande, poderosa, ¡Libre! Era como pensar que en vez de haber atrapado a un pececito de los que recorren el mar y por grupos, capturé un gran pez.
Estaba ahí, acostada en mi cama, abrazada a él y sonriendo. El tiempo pasaba lentamente y el sol pasaba ligeramente entre las cortinas de mi cuarto. Me levanté de la cama, me puse solo la ropa interior y me dirigí hacia la cocina. Preparé café, porque sin eso no puedo vivir. Estiré mis brazos y sentí que unas manos bordeaban mis caderas, viré mi cabeza y lo vi a él. Sostenía mi cuerpo con sus manos cerca al suyo, mientras me besaba el cuello y susurraba en mi oído… ¿Por qué comenzó por allí sabiendo que esa es mi debilidad?
Pero luego solo lo vi a los ojos y lo besé. El me sonreía y yo lo abracé. Un mágico día, demasiado bueno para ser realidad, pero lo era. Y así pasamos juntos las veces que podíamos (fueron meses), sin importar lo que diría la gente por nuestra diferencia de edad.
Con el tiempo, la actitud de Alexandre se fue tornando evasivo, no comprendía nada, así que decidí no hacer caso y pensé que el mal momento pasaría. Pero no fue así, estaba preocupada y como toda mujer traté de averiguar el origen de su extrañez. Dicen que el instinto de la mujer pocas veces falla y ésta vez no fue la excepción, ya sabía la respuesta: Alexandre se había cansado de mí, fui solo un jueguito para él.
No tenía tiempo para pensar en otras cosas, sólo pensaba en él, en el dolor de haber sido “nada” para él. Estar triste y enojada, era mala combinación pero prefería estar enojada, así no sentiría dolor, aunque las lágrimas me vencieron. Sólo decía en mi mente, mientras lloraba: “Eres un grandísimo imbécil”, “Te odio”, “Nunca más pasará esto”, “¡Nunca más!”
No quería volver a verlo nunca más en mi vida, él solo se justificaba, pero no quería caer de nuevo en el juego. Me cambié de apartamento y nunca más volví a saber de Alexandre.
Mujer sentada en un bar, pintura de Pedro Sanz González
Han pasado más de 10 años desde esa horrible experiencia y hoy me encuentro sola en un bar, envenenando el corazón con mis pensamientos d e desprecio hacia los hombres, sean buenos o sean malos, “si hoy estoy contigo, mañana me estaré besando con otro”. Ese fue mi lema por años.
Pedí otro vaso de whisky y mientras me lo tomaba, el hombre que estaba a mi lado fumando me ofreció un cigarro, yo le respondí que no, sin si quiero verlo a la cara. Pero seguimos la conversación:
– Por que está assim? (¿Por qué está así?) – me dijo aquel hombre
– Nunca o entenderia (Jamás lo comprendería) – dije yo sin darle mucha importancia.
Tomé otro sorbo más de mi whisky y volteé la mirada hacia el hombre del cigarrillo. Era un hombre bastante mayor, delgado, alto y parecía haber pasado por situaciones difíciles… “las huellas que deja la vida en la cara se ven”.
– Esses teus olhos… (Esos ojos tuyos…) – me dijo él casi sorprendido e inseguro de lo que iba a decir.
– O que tem os meu olhos? (¿Qué tienen mis ojos?) – Pregunté yo, interrumpiéndolo.
– Nunca vi iguais (Nunca vi otros iguales) – respondió él.
De pronto no sé si los tragos ya me habían llegado a la cabeza o es que comencé a imaginar cosas, los recuerdos se vinieron a mi mente y al ver más de tenidamente a ese hombre me di cuenta que, era Alexandre.
No podía creer que luego de tanto tiempo volviera a verlo, su cara de hombre galante había desaparecido y hoy solo era las sobras de la vida, de una vida solitaria.
wiiiiiiiiii soy preimeeeeraaas!!!!</></>heeey creo que debiste hacer un capitulo mas, la desripcion de su enfriamiento paso muy rapido…</></>aun asi la historia es geniiiaaaaal… pobre alexandre!!! termino sufriendo mas el…
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Es lo que suele pasar con la gente que se guia solo por superficial, solo por el momento… que cuando pasa el tiempo, no suelen tener nada de lo que tenian… ni de lo que pudieron tener!
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Muy buen giro,… a mi me encantó ese doble salto cuántico maravilloso para describir la falta de interés y el gran paso del tiempo…</>Perfecto para dar imaginación al lector,…</>Felicitaciones de nuevo!!!</>Un abrazo estimada Nati,…</>y pues un solitario no suele terminar tan bien a fin de cuentas, y se notó más su diferencia de edades, wow.</></>Besos
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diez años no es poco aunque cada vez es menos. Yo estuve parecido, solo que del otro lado y la verdad se paga, uno paga con mas soledad eso de mujer-florero-utilizado. </></>Me interesa el portugues y no se lee pesado que lo digas en ese idioma y luego lo traduzcas, al menos yo entonces ya me formo totalmente la idea originaria de que se quiso decir.</></>Me parece que por aca el portugues y en general Brasil es un gran desconocido, y es una lástima, todo mundo solo sabe de playas, garotas, futbol y samba, seria interesante saber mucho más.</></>Saludos
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jajaja, me encantó…</>Jajaja, el tiempo es el único que no perdona los errores…
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me ha gustado mucho lo q escribes!, muy buena insporación.</></>http://sritavirginita.blogspot.com/
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